domingo, 12 de enero de 2014

SOMOS ESE PEDACITO DE PLATO

Lo que pensamos, tiende a reflejar lo que somos. Lo que hacemos, tiende a reflejar lo que pensamos. Es así que cuando alguna de nuestras obras artesanales surge de un material en bruto no suele ser sólo una idea. También es pensamiento, sentimiento, estado de ánimo. Entonces,  generalmente una obra finalizada es más que un elemento utilizable. También lleva dentro suyo una parte humana, una parte que vive. Y quizás esa parte no tenga vida en sí misma, pero sí la transmite. Por eso es que, aunque a veces parezca que no, sí entiendo a mi mamá cuando guarda un pedacito del plato que era de su abuela, un encaje del vestido de su madre, una foto desteñida de algún pariente del que poco sabe. Porque todo lo que somos ya fue pensado por alguien antes de nosotros, y eso se transmitió de generación en generación, y las cosas legadas por nuestros nonos a nuestros padres, y a nosotros, y luego a nuestra posteridad, tienen algo de ellos a lo que sumamos lo nuestro. Y lo que para alguien es sólo un pedazo de plato, para otros es un legado invaluable.
Así sentimos los artesanos. No es solamente una artesanía, es un legado. O una parte que se desprende de nosotros y se instala en ese objeto. Así como en la historia de Harry Potter, un mago puede fragmentar su alma e instalarla en un Horrocrux, un objeto muy poderoso, con el propósito de alcanzar la inmortalidad.
Perpetuarnos a través de los tiempos. En la obra de nuestras manos. En eso nos convertimos.

Eso somos nosotros… un pedacito de plato.